En dicho reglamento se establecía que los criterios técnicos de selección para las actividades económicas relacionadas con la energía nuclear debían garantizar que no se cause ningún perjuicio significativo a otros objetivos medioambientales debido a los riesgos potenciales derivados del almacenamiento a largo plazo y la eliminación final de los residuos nucleares.
El acto reconoce la existencia en el mercado de combustibles tolerantes al accidente y establece la necesidad de usar este tipo de combustible como criterio técnico de acceso a la taxonomía verde para las actividades relacionadas con la energía nuclear.
En julio de 2022, se ratificó de facto el acto delegado, al rechazarse en votación una moción en contra de la inclusión de la energía nuclear como actividad económica medioambientalmente sostenible en dicho acto delegado de la Comisión Europea.
A partir de aquí, y según dicta el acto delegado, se impone la necesidad de utilizar el combustible tolerante al accidente (ATF) como requisito en los criterios técnicos de taxonomía verde para las actividades relacionadas con la energía nuclear.
No obstante, el acto delegado no incluye una definición clara de lo que considera un combustible tolerante al accidente, aunque sí lo identifica como un combustible cuyo comportamiento ante accidente haya sido probado, que esté disponible comercialmente en la actualidad y que pudiera ser licenciado por un organismo regulador como tal.
En este artículo se profundiza sobre la definición de combustible tolerante al accidente en el marco de la taxonomía verde de la Unión Europea.