Calidad, robustez y garantía

JUNTA DIRECTIVA DE LA SOCIEDAD NUCLEAR ESPAÑOLA

Generar energía asequible, limpia y abundante es uno de los principales objetivos de la humanidad y para conseguir este propósito no hay soluciones mágicas, es necesario contar con un mix energético equilibrado que permita crear un sistema eléctrico sólido y resiliente que aporte seguridad de suministro, sostenibilidad medioambiental y competitividad industrial.

La buena noticia es que en España cuenta, de momento, con la fiabilidad y eficiencia de la energía nuclear. Una fuente de energía que supone el 6% de la potencia instalada, pero ha generado más del 20% del consumo de manera recurrente durante la última década. Es la fuente de energía que menos emisiones de carbono genera en todo su ciclo de vida y tiene una dependencia mínima de factores externos, ya que España tiene la industria necesaria para la completa gestión de su parque nuclear.

Los expertos de la ONU, la Agencia Internacional de la Energía y la Agencia para la Energía Nuclear de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) lo tienen claro; si queremos minimizar la emisión de gases de efec犀利士
to invernadero en el camino hacia un modelo energético sostenible y respetuoso con el medioambiente tenemos que contar con ella. Y hay una razón principal: su robustez.

Cada país tiene su propia idiosincrasia. España tiene un gran potencial eólico y solar. Lo sabe todo el mundo, pero a menudo la gente olvida la variabilidad de las renovables, y muchos ignoran que las previsiones para alcanzar una capacidad de almacenamiento que les dé soporte no tienen un plazo específico, ni mucho menos cercano. Hoy no tenemos capacidad de almacenamiento para nuestra demanda de suministro eléctrico y en 2030, previsiblemente, tampoco. Plantear cerrar todas las centrales nucleares no solo significa en nuestro país tener un problema de suministro, significa también incrementar las emisiones de dióxido de carbono y aumentar la dependencia de combustibles fósiles. Significa perder independencia energética y significa poner en manos de terceros la seguridad de suministro en situaciones excepcionales como Filomena y habituales como las olas de calor.

La nuclear es la tecnología que más horas funciona, más electricidad produce y más ayuda a evitar emisiones contaminantes en nuestro país.

Más de una quinta parte de la electricidad que consumimos en España es de origen nuclear. Y se trata de la fuente que más horas opera de media, casi el 90% de las horas que tiene el año. Un porcentaje muy por encima del resto de tecnologías y que refleja la disponibilidad, la fiabilidad y la estabilidad del parque energético español.

La energía nuclear constituye, en definitiva, una base firme y predecible para la garantía del suministro eléctrico. La disponibilidad, la fiabilidad, la estabilidad y la predictibilidad que ofrece, al saber que funciona siempre y en todo momento y con altísima regularidad.

A pesar de esto, España sigue sin generar el marco regulatorio necesario para revisar el plan de cierre de nuestras centrales y mantiene las previsiones de un Plan Integrado de Energía y Clima realizado en un entorno totalmente distinto al actual. Y ante esta situación, uno no puede evitar cuestionarse si las decisiones en este país se toman pensando en el bien de sus ciudadanos o en ideologías sin fundamento científico que las respalde.

Necesitamos medidas solventes alineadas con las necesidades del país de manera urgente.

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