Por favor, tomen decisiones

JUNTA DIRECTIVA DE LA SOCIEDAD NUCLEAR ESPAÑOLA

En las numerosas conversaciones que surgen ahora mismo alrededor de si debemos o no contemplar la nuclear como una energía de futuro, aparece la gestión del combustible gastado, también llamado residuos de alta actividad, como el gran problema, el bloqueo que supuestamente hace inviable que, según algunos, impide que se pueda considerar una opción válida.

Estamos de acuerdo, en la gestión del combustible gastado tenemos un problema, pero en la mayoría de debates erran en la identificación del origen de este problema. El qué hacer con este comb犀利士
ustible está definido desde el momento en que se ponen a funcionar en una central nuclear
.

Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), lo explicó perfectamente en su reciente visita a España. “Es una falacia bastante conocida de quienes no quieren la energía nuclear. Los residuos nucleares tienen forma de ser tratados” “No es, como se dice muchas veces erróneamente, una especie de actividad económicamente irresponsable que pasa a las generaciones futuras un problema para el cual no tiene solución”, aseguró en una entrevista concedida a Efe en la sede del organismo internacional.

El combustible puede almacenarse o reprocesarse, existen diferentes opciones y soluciones técnicas para ello y ejemplos en países de todo el mundo. Además, la investigación no ha dejado de proponer mejoras en este proceso, como ejemplo de muchos, tenemos el proyecto europeo Myrrha y los reactores de neutrones rápidos que extraerían mucha más energía del combustible nuclear reciclado o el uso de la tecnología de aceleradores de partículas en la caracterización de residuos nucleares. Se están investigando, por ejemplo, nuevos combustibles, nuevas maneras de inertizar y aislar residuos, nuevas maneras de tratamiento e incluso se están desarrollando múltiples modelos basados en Inteligencia Artificial y Digital Twins que inciden también en cómo gestionar estos residuos y su almacenamiento.

Si técnicamente esta gestión está resuelta y además podemos optimizarla gracias al I+D+i, no deberíamos estar hablando de un problema; pero sigue siendo así y eso ocurre porque la toma de decisiones no acompaña, más bien entorpece y bloquea en el caso de España.

En nuestro país, el combustible gastado generado por la operación de las centrales nucleares (tanto las operativas como las que fueron apagadas) se almacena primero en las piscinas de combustible que tienen en su diseño las propias instalaciones y en los almacenes temporales individualizados (ATI) que se han ido construyendo después para aumentar capacidad y que se suponían una situación de tránsito hacia un almacén temporal centralizado (ATC) como el que funciona en otros países y que en España llegó a planearse en Villar de Cañas. Otros, como Finlandia, han hecho ya evidente también la posibilidad técnica del almacenamiento geológico profundo (AGP) y está finalizando la construcción de esta instalación en Onkalo mientras que en Suecia también están trabajando ya en su AGP.

La gestión del combustible gastado no es un problema para que la energía nuclear sea una opción de futuro siempre y cuando la Administración, los gobiernos competentes tengan el valor de tomar decisiones, y lo hagan acompañados por la sociedad, por la ciudadanía con un buen trabajo previo de información y comunicación. El 7 Plan General de Gestión de Residuos Radiactivos debe ser una realidad y debe dar respuesta realista en proyectos y plazos a un hecho que se convierte en un problema únicamente por la falta de toma de decisiones.

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