La implantación de los programas de inspección precisa de un amplio despliegue de medios, tanto materiales como humanos, que garanticen el cumplimiento estricto de los requerimientos establecidos por la normativa de referencia. El éxito en la gestión de los programas de inspección radica en la consecución sostenida en el tiempo de un adecuado mantenimiento y servicio de las estructuras causando el mínimo impacto sobre la operación de la planta.
Tras la entrada en vigor, en el año 1999, de la Regla de Mantenimiento en las centrales nucleares españolas se establecieron una serie de condiciones al permiso de explotación para cada una de las centrales. A partir de ese momento, se comienzan a desarrollar trabajos de inspección de manera específica de manera que pueda asegurarse que las estructuras, sistemas y componentes que conforman el conjunto una central son capaces de cumplir su función prevista, siguiendo las instrucciones emitidas por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
Posteriormente, tras la entrada en vigor de la Regla de Mantenimiento, y con el desarrollo y evolución de normativas y guías de referencia en el campo de inspección comienzan a implantarse nuevos programas de inspección cada vez más específicos y detallados. La inspección estructural se desarrolla a través de diversos programas, regidos por diferentes normativas y requisitos, lo que deriva en el establecimiento de un potente sistema de gestión que permita el adecuado cumplimiento de todos ellos. Para un correcto cumplimiento de todas las demandas la empresa que desarrolla los trabajos debe integrar todas las actividades que los programas y normativas establecen, desde el desarrollo de los planes y procedimientos de inspección, hasta la emisión de informes de resultados y gestión de las actividades de reparación derivadas, pasando por la ejecución de los trabajos de inspección en planta y el control de la planificación de todas las inspecciones estructurales. Todo ello con el objetivo de asegurar el mantenimiento de las centrales en un óptimo estado de conservación y cumpliendo con los más altos estándares de seguridad propios de la industria.