En los años 60 se crea el Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE), el centro de titularidad estatal que vela por la conservación y restauración de nuestro acervo cultural, y para ello, entre otras herramientas, dispone de técnicas de examen por imagen derivadas de la exposición a radiaciones electromagnéticas de los bienes culturales objeto de estudio. Su aplicación es fundamental pues genera una documentación gráfica única en sí, aporta información del estado de un bien cultural en un momento concreto de su vida material y permite conocer de primera mano aspectos que no son visibles en una observación directa.
Las especiales características de algunas de estas técnicas -sobre todo la radiografía y la gammagrafía-, y su modo de empleo, hacen que la instalación del IPCE adquiera la categoría de radiactiva, y por tanto precise de personal profesionalmente expuesto para validar y desarrollar los trabajos que en ella se realizan, garantizando las exigencias derivadas de seguridad.
El IPCE tiene una larga trayectoria en este campo. A lo largo del artículo profundizaremos en la información que se puede obtener, con ejemplos, en una variada tipología de bienes culturales y formatos. Así mismo, daremos a conocer el procedimiento de trabajo de la instalación con estas técnicas, especialmente en los trabajos efectuados in situ, y la innovación tecnológica en torno a ellas con ejemplos de su aplicación en grandes formatos.