Válvulas para todo, la importancia de las válvulas en una central nuclear

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Las válvulas desempeñan un papel esencial en diversos contextos, desde el funcionamiento de nuestro propio organismo hasta la operación de centrales nucleares. Estos dispositivos regulan el flujo de fluidos mediante un mecanismo o diferencias de presión. Su simplicidad en concepto contrasta con la complejidad de su implementación real. En una central nuclear, las válvulas son cruciales para controlar sistemas como el suministro de agua, la refrigeración y el tratamiento químico, entre otros.

En la central nuclear de Cofrentes, que cuenta con más de 35,500 válvulas, se presta especial atención a estos dispositivos, requiriendo personal altamente capacitado para su mantenimiento y cuidado. Existen diversos tipos de válvulas, desde las pequeñas y delicadas hasta las grandes y robustas, y su funcionamiento puede variar según el fluido, las condiciones de operación y las necesidades específicas.

Las condiciones de operación de las válvulas son de gran importancia, ya que su mal funcionamiento puede afectar a la planta y exponer al personal a riesgos. La cooperación con departamentos como Protección Radiológica y Prevención de Riesgos Laborales es esencial para garantizar la seguridad en el entorno de trabajo.

La normativa que se aplica a las válvulas varía según su ubicación y su relación con la seguridad. En la central nuclear de Cofrentes, que es de diseño americano tipo BWR, se rige por el código ASME, que establece criterios para el diseño, operación, mantenimiento y modificación de componentes nucleares.

El diseño de válvulas debe considerar factores como el tipo de válvula, los materiales de fabricación y la ubicación, garantizando que sean accesibles para su manipulación y mantenimiento. El mantenimiento preventivo es esencial para mantener la planta en buen estado de funcionamiento.

La variedad de tipos de válvulas y sus combinaciones hacen que trabajar con ellas sea un desafío multidisciplinario. La colaboración de ingenieros, mecánicos, electricistas e instrumentistas es fundamental para que las válvulas funcionen de manera óptima. Esta cooperación en la industria nuclear es un ejemplo de trabajo en equipo, donde la experiencia operativa y el intercambio de conocimientos son esenciales.

Además del personal en las plantas, la colaboración con fabricantes y tecnólogos permite adoptar soluciones innovadoras, incluso en válvulas instaladas desde el inicio de la operación. La respuesta eficiente de los fabricantes es fundamental, ya que las centrales nucleares requieren una atención inmediata durante situaciones de recarga o problemas en la planta.

Dentro de las 35,500 válvulas de la central nuclear de Cofrentes, algunas tienen un papel crucial en la seguridad y requieren un seguimiento exhaustivo. Estas válvulas se someten a pruebas de diagnosis para evaluar su estado y evolución a lo largo del tiempo.

Estas pruebas proporcionan información detallada sobre el funcionamiento de las válvulas y permiten anticipar problemas. Las galgas extensiométricas son utilizadas para medir tensiones mecánicas y detectar anomalías en las válvulas. Además, se observan parámetros eléctricos y mecánicos durante el movimiento de la válvula, lo que genera datos valiosos para su mantenimiento.

Los resultados de las pruebas se comparan con criterios de aceptación definidos por la ingeniería de planta y se ajustan las válvulas según sea necesario. El estudio de las trazas permite detectar la evolución de la degradación de la válvula y prever problemas potenciales.

Las pruebas de diagnosis se realizan sin tener que abrir la válvula. Mantenimiento se encarga de las intervenciones directas en las que se revisan o reemplazan los componentes internos de las válvulas. La detección de anomalías y la implementación de planes preventivos reducen las acciones correctivas.

El personal de planta trabaja en estrecha coordinación entre disciplinas, garantizando un control exhaustivo y eficiente de las válvulas. En resumen, las válvulas, aunque simples en su concepto, son cruciales para diversos sistemas y requieren un enfoque multidisciplinario y colaborativo para garantizar su funcionamiento seguro y eficiente en contextos como las centrales nucleares.

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