Dentro del proceso de licenciamiento de estas nuevas tecnologías y diseños, la ingeniería de factores humanos (IFH), ya aplicada en los diseños de las interfaces y salas de control de reactores de generaciones anteriores, afronta dos grandes retos.
El primero, demostrar que es posible operar desde una única sala de control con un diseño avanzado varios reactores simultáneamente, hasta doce en algunos casos. Y el segundo, demostrar que el equipo de operación presente en dicha sala tendrá un número reducido de operadores, más allá del límite de las normas para reactores convencionales, las cuales exigían como mínimo la presencia de un operador por reactor en operación.
De la misma manera, los operadores tardarán menos tiempo en ser formados, entrenados y cualificados, tratando de reducir también los programas de entrenamiento respecto a los programas de reactores de gran potencia.
Ambos retos se suman en estos nuevos procesos de licenciamiento al objetivo inherente de los análisis ingeniería de factores humanos, reducir al mínimo posible la posibilidad de error humano en la operación de las plantas.
Durante el diseño de los sistemas y sus estaciones de control, es necesario desarrollar la IFH. Se comienza por un Análisis del tipo de planta y los requisitos de operación que va a exigir:
- Análisis de la Experiencia Operativa
- Asignación de Funciones y sus requisitos
- Análisis de Tareas
- Tratamiento de las Acciones Humanas Importantes
- Análisis del Personal de sala de control y su Cualificación
Una vez finalizados los análisis, comenzará el Diseño. Partiendo de las conclusiones del análisis de tareas y la lista de requisitos se definirán las interfaces de la sala de control. Debido a la naturaleza de los escenarios más críticos, que comprometerán la seguridad de varios reactores al mismo tiempo, hay un tipo de pantalla que cobra importancia relevante en el diseño de estas salas, las pantallas de alto nivel, o también llamadas de alto rendimiento.
Las pantallas de alto rendimiento contendrán de una manera reducida el estado de cada reactor, incluyendo el valor de los indicadores más importantes para la seguridad y eficiencia de la planta. Además, se dará coherencia y consistencia, con respecto al diseño de interfaces, a los procedimientos de operación y al programa de entrenamiento,
Posteriormente entraremos en la parte de Verificación y Validación.
La verificación consiste en comprobar que el diseño cumple los requisitos impuestos por las guías y estándares elegidos.
Por su parte, la validación es el proceso por el que se comprueba que lo diseñado cumple con su objetivo y, por tanto, es el que da sentido a todos los anteriores. Esta actividad consiste en probar, en un simulador de alcance total con el personal de operación real, los escenarios más exigentes para los operadores. Estos escenarios son elegidos por su elevada carga de trabajo, su dificultad, o por contener tareas y acciones importantes que puedan afectar a la seguridad de la planta
A modo de conclusión, si el resultado de la validación es positivo, se puede establecer la composición final del personal de la sala de control en base a ello, quedando justificado por el proceso ordenado de ingeniería de factores humanos global realizado. Si no lo es, se deberán modificar los procesos anteriores hasta dar con la configuración definitiva.


En el artículo completo, que les invitamos a leer, profundizamos sobre cada una de las actividades de IFH comentadas.